Apuestas deportivas: los orígenes de la Quiniela
La Quiniela ha estado presente a lo largo de las vidas de muchas generaciones de
españoles. Aficionados al fútbol o no, lo cierto es que quien más quien
menos ha puesto su granito de arena y ha participado en estas apuestas,
tratando de adelantarse a los resultados de la Liga.
Los orígenes oficiales de la Quiniela en España se remontan a los años de
la posguerra. En aquella época el fútbol se empezaba a convertir en el deporte
rey y eran muchas las peñas seguidoras de equipos que apostaban entre ellas
antes de cada partido. La Quiniela también nació como una forma de regular los
premios obtenidos por este tipo de apuestas.
El primer boleto costaba 2 pesetas
La primera quiniela registrada se llevó a cabo el 22 de septiembre de 1946.
En ella se apostaron los resultados de 7 partidos y llegaron a jugarse casi
40.000 boletos. Cada uno de ellos costaba 2 pesetas y la cifra recaudada total
fue de 77.060 pesetas. Todo un éxito para la época.
En cuanto a los premios, hubo dos máximos acertantes de la primera
categoría, que se llevaron 9.603 pesetas cada uno; 7.202 para los de la segunda
categoría, y 4.801 para los de la tercera. Los acertantes de la cuarta
categoría se llevaron cada uno 59 pesetas. Así comenzaba uno de los juegos de
apuestas más populares de España, que ya ha cumplido más de 60 años de
historia.
El mecanismo de juego de aquellas primeras quinielas era distinto del
actual, aún más complejo. Los jugadores debían acertar tanto el equipo ganador
como el número de goles que marcaba cada uno. Hasta dos años después no entró
en vigor el actual sistema de apuestas mediante los símbolos 1 (victoria del
equipo local), 2 (victoria del equipo visitante) ó X (empate).
Muy interesante!
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